Si el vestido de novia es de corte sencillo y sin grandes adornos el tocado podrá ser más recargado y combinar diferentes materiales para hacerlo más espectacular. Si por el contrario, el vestido de la novia está muy trabajado, requerirá un tocado más ligero y pequeño, que resalte y potencie el vestido.
Con plumas, flores, pedrería, encajes... Más grandes, más pequeños... De inspiración vintage, clásica o muy actuales... Las opciones son infinitas. Pero, ¿por cuál decidirse?
La fisonomía de tu rostro así como el volumen de tu cabeza y el largo del cuello serán claves en tu elección. A mayor volumen, tocados más pequeños.
El peinado se decidirá al mismo tiempo que el tocado. Es el modo más simple de acertar y lograr que ambos luzcan en todo su esplendor. Pero si ya os habéis decidido por un peinado en concreto, buscad el tocado que mejor le vaya, y haced lo mismo si lo que habéis elegido en un principio es el tocado.
A grandes rasgos, los tocados voluminosos están aconsejados para las melenas largas y sueltas. Los tocados a modo de pequeño sombrerito o casquette adornados con tules o rafias son adecuados para recogidos o semi recogidos.
La hora de la ceremonia también es un factor a tener en cuenta. Si la boda es de mañana el tocado puede ser más grande y voluminoso. Pero si la boda es de tarde es mejor decantarse por uno más pequeño, con pedrería o lentejuelas.
Recordad que lucir un tocado requiere cierta actitud, por lo que es importante que os sintáis cómodas con él. Así que si no estáis acostumbradas elegid uno más discreto para poder defenderlo bien.
Via: bodas.net
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